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Perro en un transportín

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10 Mitos sobre la ansiedad por separación en perros

Llegas a casa y te encuentras que tu perro ha destrozado el sofá, o los cojines, o ha rascado toda la puerta, o se ha meado/cagado en casa, … o tus vecinos se quejan de que no deja de ladrar, llorar y/o aullar cuando tú no estás.

Te enfadas, te disgustas, y puede que hasta te desesperes.

Así que te metes en internet a buscar cómo solucionarlo o, en el mejor de los casos, a tratar de averiguar la causa del problema.

Entras en foros de perros o en grupos de Facebook, por ejemplo, donde hay otras personas que han pasado por una situación similar, o donde incluso puedes exponer tu caso y muchas personas, con o sin experiencia, con o sin formación específica sobre perros y educación canina, pero sin duda con buena intención, te darán su punto de vista y te aconsejarán qué hacer.

Te encontrarás, salvo raras excepciones, que los consejos serán de lo más variopintos, algunos incluso contradictorios, y que, en la mayoría de los casos, se centrarán en solucionar la conducta problemática del perro cuando se queda solo (que rompe cosas, que hace pis/caca en casa, que vocaliza, …), y no en solucionar la causa real del problema: que tu perro no sabe gestionar emocionalmente el hecho de quedarse solo en casa.

Es decir, lo que se llama la ansiedad por separación en perros.

«Es necesario evaluar por parte de un profesional que realmente ésta sea la causa del problema, pues existen otras posibles causas que pueden provocar comportamientos similares del perro, y que no necesariamente se deben trabajar de la misma forma».

 

El enfoque adecuado ha de ser siempre el de solucionar la causa del problema: de esta forma solucionamos el problema del perro (que lo pasa mal cuando se queda solo) y el de los humanos (que no quieren que les rompa cosas, que se mee en casa ni que moleste a los vecinos).

Si nos centramos solamente en trabajar sobre las consecuencias, sobre el comportamiento, perdemos toda la parte del cuidado y del bienestar del perro. Sería como atarle las manos a la espalda a una persona que necesita fumar para calmar sus nervios, porque nos molesta que fume.

Nuestra apuesta, como educadores caninos especialistas certificados en ansiedad por separación (CSAT) sería la equivalente a la de ayudar a esa persona a que se relaje por sí misma, de manera autónoma, y que no necesite fumar. Es decir, trabajar sobre la causa básica del problema.

Si quieres más información déjanos tu contacto

Por esta desviación generalizada de las personas a tratar de solucionar las consecuencias, y por otros motivos que serían muy largos de detallar en este artículo, paso a enumerar y justificar algunos de los mitos (afirmaciones que se hacen frecuentemente y que no son ciertas) que se leen/escuchan sobre la ansiedad o estrés por separación en perros:

Mito nº 1. Deja al perro en una jaula o transportín

Falso.

Éste es un consejo que suele darse para evitar que el perro haga daños al mobiliario.

Efectivamente, es cierto que el perro no morderá más el sofá si le dejas dentro de un transportín. Pero podemos agravar la causa básica del problema al dejar al perro confinado y solo en un espacio mucho más reducido.

La ansiedad o estrés en perros puede aumentar considerablemente, y ésta saldrá de otra forma: con vocalizaciones, con lesiones al tratar de morder y/o rascar la puerta o los barrotes del transportín, etc…

Por no hablar de los casos que hemos conocido de perros que han llegado a doblar los barrotes de la jaula (un animal en un estado emocional tan negativo puede sacar fuerzas de donde no las hay) y escaparse o quedarse atrapados entre los mismos.

Hemos de tener en cuenta también que desde el punto de vista del bienestar animal no es conveniente dejar al perro durante horas dentro de un transportín: el animal necesita poder moverse, caminar, acceder al agua, cambiar de posición y de sitio, ….

Es cierto que si se trabaja y construye bien la positivización del transportín, el perro puede llegar a disfrutar mucho de estar dentro del mismo, pero no necesariamente durante horas, y no necesariamente cuando fuera del transportín ocurre algo que le provoca ansiedad, como es el hecho de que su(s) humano(s) se haya(n) ido.

Podemos ayudarte con nuestro

Mito nº 2. Para evitar que ladre o que rompa cosas cuando se queda solo, déjale con el bozal

Falso.

Como en el caso anterior, este es un consejo centrado en la contención de daños, y que no piensa en absoluto en la causa del problema y en ayudar al perro a solucionarla.

Se puede pensar que con el bozal puesto el perro no puede morder cosas o ladrar. Pero de nuevo estamos menospreciando la capacidad de un perro en un estado de ansiedad alto.

Lo primero y más fácil que puede hacer es quitarse el bozal. Y si no, nos sorprendería ver la habilidad que tienen para aprender a morder cosas pequeñas o a ladrar a través del bozal y/o a empezar a arañar los muebles que no puede morder (de nuevo, la ansiedad tiene que salir por algún lado).

Aún en el caso de que el perro no se quitara el bozal, o no mordiera ni ladrara con el bozal puesto, el hecho de dejarle solo, que es lo que causa su estado emocional, sigue estando ahí, con lo cual no le estamos ayudando.

Mito nº 3. Para que no muerda los muebles o la pared, ponle tabasco

Falso.

Este consejo lo he leído y oído con multitud de variantes al tabasco: pimienta, vinagre, citronela, … y hasta los productos repelentes que se venden en las tiendas especializadas.

El problema (bueno, uno de ellos) es que cada perro tiene más o menos aversión hacia algunos de estos productos, y no hacia otros.

Pero volvemos a ignorar en este caso la causa del problema: un perro que se come la pared cuando se queda solo por ansiedad por separación, no lo hace porque le guste el sabor del yeso, sino porque necesita hacer algo para liberar la tensión que le provoca esta situación.

Además: ¿vamos a embadurnar todas las paredes y muebles de la casa con estos productos? Parece poco práctico.

Aparte de que haciéndolo, de nuevo, no estamos ayudando al perro a resolver su problema.

mito ansiedad por separacion

Mito nº 4. Si llegas y se ha hecho pis, hay que llevarle al sitio y reñirle mientras se le pone la cabeza en el pipi

Falso.

Lo único que conseguirás con esto es que el perro le coja miedo/aversión al hecho de que tú vuelvas a casa.

Ese pipi puede que lo haya hecho hace tres horas, hace una hora, o hace cinco minutos.

¿De qué sirve reñirle AHORA por algo que ha hecho ANTES?

Y al hacerlo de esa forma tan expeditiva, con intimidación física, el vínculo entre el humano y el perro se desgasta. Incluso hay perros que pueden llegar a agredir a su humano en una situación así.

Pero aunque no fuera el caso de un perro que agrediera, nunca debemos hacer nada que fomente una relación con nuestro perro basada en que nos tenga miedo.

Todos hemos oído a alguien decir «es que sabe que lo ha hecho mal»: no es así. Es posible que si repites este procedimiento varias veces, cuando llegues a casa el perro se vaya a una esquina, se esconda y ni te mire. Pero no es porque sepa que ha hecho mal haciéndose pis (cosa que ha hecho por la desesperación absoluta de haberse quedado solo), sino porque sabe que a veces, cuando tú vuelves, le sometes físicamente y le riñes, y quiere evitar esa situación.

Mito nº 5. No debes dejar que el perro duerma contigo

Falso.

Hemos visto muchísimos casos de perros con ansiedad por separación que no duermen con sus humanos (ni en la misma habitación), y otros tantos casos de perros que duermen con sus humanos y no tienen problema alguno por el hecho de quedarse solos en casa.

El problema no es que el perro duerma contigo en la cama: el problema ocurre si el perro NECESITA dormir contigo en la cama.

Debemos educar a nuestros perros para que gocen de cierta autonomía, y que si un día, por cualquier motivo, no existe la posibilidad de subirse a la cama del humano, pueda relajarse y dormirse en otro sitio.

Sí es cierto que si tenemos un perro con ansiedad por separación, y el perro exige y necesita subir a la cama de sus humanos, ésa será una de las cosas que deberá cambiar.

Pero deberá cambiar con el tiempo, cuando vayamos ayudando al perro a disponer de autonomía. No por el hecho de no dejarle dormir con sus humanos de hoy para mañana va a solucionarse su problema.

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Mito nº 6. No debes darle cariño al perro

Falso.

Si no quieres darle cariño al perro, mejor cómprate un peluche, que estará ahí y no tendrá problemas de comportamiento, le des el cariño que le des.

Un perro es un animal social.

Y como tal, necesita pertenecer a un grupo social (de perros y/o de humanos), e interactuar con el resto de miembros del grupo.

Como en el caso anterior, el problema no es que le demos cariño al perro: el problema es que el perro NECESITE el cariño y no disponga de autonomía.

Mito nº 7. Debes ignorar por completo al perro cuando vuelves de la calle

Falso.

Es cierto que mostrarte excesivamente alegre, agitado/a, o incluso preocupado/a puede no ayudar a que el perro se relaje antes cuando llegas a casa.

Pensemos que en general todos los perros se alegran de vernos cuando volvemos a casa, ya sea de una salida de 5 minutos, o de 5 horas.

Imagínate qué sentirías tú si estás en casa con muchas ganas de ver a otro miembro de tu familia, y cuando éste vuelve te ignora por completo, incluso ni te mira…

Eso no es sano ni beneficioso para ningún animal social. Y si hablamos de un perro con ansiedad por separación, que ha estado desesperado durante el tiempo que ha estado solo, el hecho de ignorarle le puede generar incluso más ansiedad a nuestro regreso, cuando nuestra función en ese caso debería ser la de ayudarle a que se relaje cuanto antes.

mito ingorar perro

Mito nº 8. Para que el perro se quede tranquilo cuando le dejas solo, déjale un Kong

Falso.

Dependiendo del nivel de su afectación emocional cuando se queda solo, pueden ocurrir 2 cosas.

Puede pasar que esté tan afectado que no quiera saber nada de la comida: si tú tienes un ataque de pánico, ¿te pondrías a comer? En ese caso, es igual dejarle el Kong que no dejárselo.

O puede pasar que no esté tan afectado como para no comerse lo que haya dentro del Kong, que lo vacíe en 10, 20 ó 30minutos,… ¿y luego qué? Estamos en la misma situación que si no le hubiéramos dejado nada.

He conocido a gente que le dejaba a sus perros hasta cuatro Kongs para tenerles ocupados más tiempo cuando les dejaban solos.

Aclaremos aquí que cuando hablamos de Kongs, podemos referirnos también a cualquier otro juguete rellenable, o a comida masticable (tendones, huesos, patas de pollo, …).

Aparte de las consecuencias nutricionales que puede tener dejarle a un perro cuatro Kongs cuando le dejamos solo (dependiendo de la comida que haya dentro de los Kongs), hemos de volver a pensar que en un caso así no estamos solucionando el problema del perro: le estamos entreteniendo para que no rompa nada, para que no ladre, o para que no se mee cuando se queda solo.

Pero el perro, pensando en su bienestar, debería tener las herramientas de gestión emocionales necesarias para aprender a aburrirse sin necesidad de tener una ocupación en todo momento.

Éso sí que sería ayudarle atacando la causa del problema.

Mito nº 9. La solución para la ansiedad por separación de tu perro es tener otro perro

Falso.

O, al menos, no necesariamente verdadero.

Un perro que tiene ansiedad por separación normalmente lo pasa mal por el hecho de que sus humanos se hayan ido. Y eso no va a cambiar necesariamente aunque haya otro perro en casa.

Es cierto que en algunos casos ocurre que la sintonía entre ambos perros es muy buena, y el perro que tenía ansiedad por separación se queda más tranquilo si se queda con su nuevo compañero (siempre que éste no tenga ansiedad por separación, claro).

Pero también puede ocurrir lo contrario: que el nuevo perro tenga ya, o desarrolle ahora, ansiedad por separación. Y en ese caso habremos pasado de tener un problema, a tener dos.

Por este motivo nosotros nunca recomendamos meter un segundo perro en un hogar donde ya hay un perro con ansiedad por separación, sino solucionar primero el problema de éste, y luego, si se quiere, pensar en meter al segundo.

Incluso en el caso de que se introdujera un segundo perro para «hacer compañía» al perro con ansiedad por separación, y de que esto funcionara (cosa que, como acabamos de ver, no sucede siempre), podríamos estar generando una dependencia del perro con ansiedad por separación sobre el nuevo, que puede dar problemas en alguna situaciones.

¿Qué ocurrirá si en algún momento queremos hacer alguna actividad con ellos por separado y dejar al otro en casa? ¿O si el nuevo tiene algún problema que requiere de cuidados veterinarios y debe quedarse ingresado? ¿O si llega a faltar el nuevo por algún motivo antes que el afectado por ansiedad por separación?

De nuevo deberíamos enfocarnos en ayudar a este a solucionar su problema.

Mito nº 10. El ejercicio físico cura la ansiedad por separación

Falso.

El ejercicio físico (en su justa medida) es positivo y necesario para los perros (igual que para los humanos).

Y partimos de una base errónea: el ejercicio físico intenso que utilizan algunas personas busca agotar al perro para que al llegar a casa y dejarle solo se quede tranquilo.

Pero con el ejercicio podemos conseguir un cansancio físico evidente, pero no necesariamente un cansancio emocional.

Los deportistas saben perfectamente que cuando vuelven a casa de un entrenamiento suelen tener el cuerpo agotado, pero su mente está muy activa. Y algo similar ocurre con los perros.

Y si a ello añadimos el hecho de que al volver a casa, con la mente activa, excitada, les dejamos solos, una situación que les genera ansiedad, el resultado puede ser emocionalmente muy negativo.

Quizás no rompa tantas cosas, porque no puede moverse del cansancio, pero la ansiedad está presente, y no le hemos ayudado en nada a gestionarla.

Hay más afirmaciones y consejos que se dan en internet, e incluso en los parques para perros, cuando alguien menciona que su perro se queda mal cuando le dejan solo en casa, sin que necesariamente ayuden a resolver el problema.

Aquí hemos mencionado aquellas que más se suelen repetir, para derribar los mitos detrás de las mismas, y las causas por las cuales no funcionan.

En el siguiente vídeo de nuestro canal de YouTube profundizamos más en cada uno de estos mitos, y te hablamos de algunos otros (feromonas, homeopatía y flores de Bach. ….):

También puedes descargarte aquí nuestra guía gratuita «Desmontando 16 mitos de la ansiedad por separación en perros»:

Cuando un perro tiene ansiedad por separación, recomendamos acudir a un profesional que pueda evaluar el caso, para asegurarse de que realmente sea ese el problema, y no cualquier otro que pueda provocar conductas problemáticas similares, y para resolverlo. En CANMIGOS somos educadores caninos especialistas certificados en ansiedad por separación (CSAT), y tratamos estos casos de una manera totalmente individualizada, con una sistemática de trabajo desarrollada en Estados Unidos por Malena DeMartini y utilizada por educadores caninos de todo el mundo. Haz click en el botón siguiente para conocer más al respecto:

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