Hace unos días vi un documental titulado «Pray away: Reza y dejarás de ser gay».
Cuenta la historia de una organización surgida en Estados Unidos en los años 70. La dirigían personas ex-gays, que «ayudaban» a gays que querían dejar de serlo, a través de la religión.
El argumento es para que te explote la cabeza, y una prueba más de que a veces la realidad supera a la ficción.
Se trataba de personas atraídas por otras de su mismo sexo y con lo que ellos llamaban «un estilo de vida homosexual». Pero que consideraban que este no era el correcto y, apoyándose en la religión y en la oración, lo cambiaban por uno heterosexual.
Muchos de ellos, de hecho, se casaban entre sí una vez «convertidos». Un hombre y una mujer ex-gays se unían en matrimonio y llegaban a formar una familia.
Este hecho en sí no tiene por qué ser malo, siempre y cuando sean decisiones naturales y 100% voluntarias.
Pero en el documental se muestra cómo la mayoría de los directivos y orientadores de la organización habían modificado solo sus comportamientos. No sus gustos y deseos.
Y cuando eso pasa, se generan problemas graves de identidad, de frustración, de incomprensión, …
En ocasiones derivaban incluso en suicidios.
Hasta el punto de que a alguno de estos directivos se le había acusado de tener sangre en las manos.
(¡Atención, spoiler! Si quieres ver el documental y no que te cuente más sobre su final, sáltate este párrafo) Llegó un punto en el que los propios directivos de Exodus se dieron cuenta del daño que estaban causando en mucha gente. Decidieron entonces disolver la organización (año 2013).
¿Y qué tiene que ver esto con los perros con Ansiedad por Separación?
Algo que ya hemos hablado anteriormente en otros artículos del Blog y en vídeos del canal de YouTube.
Y es que en muchas ocasiones, cuando un perro tiene problemas de conducta al quedarse solo en casa, se aconsejan estrategias y herramientas centradas en los comportamientos. Y no en la causa de los mismos.
Y no quiero con esto decir que la gente de Exodus debería haber focalizado su trabajo en corregir los deseos sexuales de sus integrantes, pues estos no tendrían que haberse visto como un problema (aunque para ellos así era).
Pero sí que se ven en el documental los conflictos que sentían las personas en esa situación: tener un deseo, y no poder demostrarlo, incluso mostrando conductas contrarias a sus gustos.
Y eso que, en el caso de Exodus, esos humanos elegían «libremente» ese camino. Pongo «libremente» entre comillas porque muchas veces, cuando nos rodeamos de personas con ciertas creencias, puede parecer a nuestros ojos que estas son las «acertadas» (si cabe decir eso de una creencia), sin que necesariamente lo sean.
Imaginemos al perro que tiene un ataque de pánico cada vez que se van sus humanos de casa.
El problema no es que el animal llore, ladre o aúlle durante las ausencias. Ni que rasque, arañe o muerda cosas. Ni que se haga pis o caca.
El problema es que no sabe gestionar la situación y entra en pánico.
Y si nosotros, con nuestras estrategias, no le dejamos comportarse como necesita en ese momento, y no trabajamos sobre la causa de esas conductas, le generaremos un problema aún mayor.
Su nivel de ansiedad irá en aumento. Y eso saldrá por algún lado, en forma de otras conductas problemáticas.
Por eso el secreto (no tan secreto, porque llevamos años escribiendo sobre ello) está en trabajar con el perro para que pueda y sepa controlar sus emociones en esas situaciones de soledad.
Esto es lo que hacemos con el Método DAPS®.
Si quieres que te ayudemos a trabajar sobre la causa de las conductas de tu perro cuando se queda solo en casa, contáctanos, explícanos tu situación y lo haremos:
