La ansiedad por separación es un trastorno emocional que afecta aproximadamente al 17-20% de los perros que viven en hogares. Es decir, que casi 1 de cada 5 perros sufren este problema: los guías se van, ya sea 5 minutos a hacer un recado, ya sea 6-8 horas a trabajar, el perro se queda solo y empieza a sufrir una serie de cambios emocionales, físicos y cognitivos que le afectan negativamente. Hemos de ser conscientes de que son cambios involuntarios: el perro no «quiere» ponerse así, ni ladrar, ni morder el sofá: simplemente no sabe cómo gestionar esta situación y de manera involuntaria actúa como le sale.
Lo que preocupa a muchos guías son los efectos de este problema, los síntomas, los cuales pueden ser muy variados dependiendo del caso:
- Casos leves: caminar por la casa, llorar, ladrar, aullar, morder objetos (normalmente con olor familiar) de forma intermitente. El perro también tiene momentos en los que descansa, y a la vuelta del guía se emociona mucho pero puede volver a la normalidad tras un par de minutos;
- Casos moderados: lloros, ladridos o aullidos casi constantes. Puede morder o rascar los puntos de entrada/salida, y es posible que se produzcan jadeos, evacuaciones de pis y/o caca, … o incluso podría darse anorexia. El perro a la vuelta del guía puede tardar 10minutos o incluso más en volver a la calma tras una bienvenida muy enérgica (con saltos, vocalizaciones, etc.);
- Casos severos: ladridos y aullidos constantes de pánico, posible anorexia, diarrea, vómitos, babeo excesivo, automutilación, agresividad, intentos de escapismo, …
La ansiedad por separación de nuestro perro puede ser cara económicamente para nosotros, pero para nuestro perro tiene un gran coste emocional
Cada caso ha de analizarse, evaluar el punto en el que está y tomar las medidas adecuadas, que suelen incluir varias acciones: compromiso de los guías, trabajo de adiestramiento y modificación de conducta, uso de juguetes, planificación y positivización de la zona de estancia del perro, estrategia de ausencias planificadas, sistemas de monitorización del estado del perro, herramientas de trabajo y tratamiento, e incluso medicación (según la severidad del caso).
Todo el trabajo deberá centrarse en la causa del problema, y nunca en la consecuencia: es comprensible que al guía le preocupen los ladridos o los aullidos del perro, para que los vecinos no se molesten. Y existen herramientas en el mercado para trabajar en la eliminación del ladrido/aullido. Pero si simplemente hacemos que el perro deje de ladrar sin atacar la causa de dicha vocalización (la ansiedad involuntaria), frustramos más aún al perro. Así no le dejaremos expresar su emoción de esa forma y estaremos empeorando la situación al afectar su estado emocional negativamente, incitándole a redirigir toda esa energía hacia otras acciones, como rascar o morder objetos.
En relación a las herramientas de tratamiento y apoyo, existen muchas, muy variadas, algunas funcionarán mejor con unos perros que con otros, pero hay una clave sobre las mismas a tener en cuenta: ninguna de ellas resuelve el problema por sí sola. Camisetas relajantes, juguetes interactivos, feromonas, tiras elásticas para el hocico, dispensadores automáticos de premios, … no hay una que solucione el problema emocional en nuestro perro si no se utiliza en conjunto con el resto de acciones arriba mencionadas.
En este post queremos hablar sobre una herramienta concreta que en Europa (y particularmente en España) es más desconocida pero con muy buenos resultados de los que hemos sido testigos: la televisión para perros. Se trata de un canal de TV, llamado DOGTV, específicamente diseñado para perros, con algunas características muy interesantes:
- Tanto la programación como la manera en la que está emitida se basan en estudios científicos sobre cómo los perros ven y oyen;
- Imágenes coloreadas específicamente para que, con el patrón de colores que ven los perros, éstas sean más atractivas para ellos;
- Vídeo con velocidad de fotogramas adaptado a su visión (más rápida que la nuestra);
- Secciones diferentes en la programación, con 3 objetivos:
- RELAJACIÓN: imágenes y sonidos relajantes para darle a los perros periodos de calma y descanso;
- ESTIMULACIÓN: imágenes y sonidos para activar física y mentalmente a los perros, siempre sin provocar un exceso de excitación; y
- EXPOSICIÓN: imágenes y sonidos de la vida real (presentadas de una forma relajada) para habituar a los perros a situaciones y sonidos como los de la aspiradora, una tormenta, o el tráfico.
En el siguiente vídeo con subtítulos en español se explican los detalles de esta nueva herramienta:
Se trata de un canal de TV que en EEUU se puede ver por la televisión por cable como un canal más, y que está llegando a Europa. En España se puede ver por Internet o SmartTV. ¿El punto negativo? Se trata de un canal de pago, que cuesta entre $6,67 y $9,99 al mes (dependiendo del paquete que se elija, si es anual, mensual, o incluso disponen de uno trimestral). Personalmente considero que con los buenos resultados que he observado, sin duda merece la pena, pues he visto casos donde ha ayudado enormemente a los perros a quedarse solos en casa de forma relajada y con un estado emocional positivo. Esto no quiere decir que a todos los perros les funcione igualmente, pero merece la pena probarlo. De hecho, la gente de DOGTV da la opción de probar 1 mes gratis, introduciendo el código «FREEMONTH» al darse de alta.
Hemos de insistir en que ninguna de estas herramientas, y DOGTV no es una excepción, soluciona el problema de la ansiedad por separación por sí sola. Como educadores caninos con experiencia en resolución de problemas de conducta siempre recomendaremos acompañar la(s) herramienta(s) que se utilice(n) con un correcto trabajo de adiestramiento y modificación de conducta, habituación, positivización, monitorización, ausencias planificadas y/o, según el caso, medicación.
Pippa disfrutando entretenida de DOGTV
Si pruebas DOGTV, te invitamos a que escribas tu experiencia (o más bien la de tu peludo) en los comentarios. Siempre nos interesa conocer las herramientas que mejor funcionan, o incluso aquellos casos en los que no lo hacen, pues no todos los perros son iguales (por suerte!).
